viernes, 16 de enero de 2009

La despedida de “El Ganster”

Las otras noches, pasando los canales de la televisión, me encontré con el homenaje final del cierre del programa No te Duermas. Y digo final, pues llevan como un mes en la prensa haciendo reconocimientos a este programa que duró en la televisión 18 años.

Mi conciencia no me deja pasar este evento sin comentarme su incomodidad ante las falsas que seguimos viviendo y la adoración a ídolos de los que hay que cuestionar su aportación real a nuestra tierra. Tal vez, sí sea un ettos “El Ganster”. Tal vez, sí haya sido el mejor programa de la TV en los pasados 18 años. Tal vez, haya sido una programación de sana recreación y formación para la generación que lo siguió. Y tal vez, sea yo la que ando confundida con eso de los valores y principios morales que son necesarios para el sano desarrollo humano. No entro en polémicas discursivas e intelectivas, pues eso se lo dejo a los académicos y profesionales del saber.

Lo mío, es la gente común y corriente que guía sus pasos en medio de la sociedad que hemos ido construyendo. Lo mío, son las consecuencias de un mundo que pareciese desequilibrado en lo que al desarrollo humano integral se refiere. Un mundo que hace una oferta principal bajo la cual crecemos y nos formamos. Ayer me lo decía mi sobrino como un descubrimiento que logra al iniciar sus estudios en comunicaciones. “A la gente la están manipulando”. “Estamos viviendo un tiempo dónde se promueve el egoísmo y el consumerismo y eso lleva a la violencia”. Lo que mi sobrino quizás aún no ha descubierto, es que esa manera que promueve el sistema nos ha llevado a una debacle social, y últimamente económica, pues el capitalismo rampante ya no encuentra a quien más explotar para lograr su supervivencia.

Lo que mi sobrino quizás aún no ha experimentado, es que hay un desquicie planetario que amenaza a la vida humana a todos los niveles. A nivel macro, todos sabemos que el planeta está muriendo y somos nosotros lo que lo estamos matando. A nivel micro, y en mi caminar por vocación, recojo los pedazos de vidas lastimadas por la pobreza, las muchas adicciones de estos tiempos que le roban espacio al amor, la deshonestidad, la delincuencia, el abuso sexual y físico, entre otras que quizás tú puedas seguir mencionando. Vidas que han perdido el sentido de su dignidad, y sobre todo, entre las más jóvenes ven poca diferencia entre mandar a “prender” a quien los traicionó en la calle o confiar totalmente en alguien que logra llegar a las puertas de su corazón. Vidas que aunque tienen profunda bondad en su interior han crecido en un total relativismo e individualismo alarmante y peligrosísimo para la vida en sociedad. Claro, no son precisamente las almas con las que yo me encuentro, las que guiadas por el relativismo e individualismo tienen en sus manos las principales decisiones que afectan a miles de humanos.

Dónde entra el gran “Ganster” en todo esto me dirían algunos… si él organizó la marcha Puerto Rico se levanta y ha hecho grandes gestas como levantar $300 mil para un amigo con cáncer. Quizás “El Ganster” sólo ha sido una víctima más de un sistema que busca la ganancia a costa de lo que sea, incluso la salud mental de su gente, o la tergiversación del valor del cuerpo humano y nuestra expresión sexual, para reducirlo a un mero objeto de consumo. La propuesta de No te duermas por años ofreció a su público una oferta que no estaba tan disponible por otras vías. Ofreció una recreación basada en mostrar material de connotación sexual. Como ejemplo, ayer en el cierre mostraron una imagen que salió al aire hace años, un “close up” a las nalgas de una mujer con un “gistro” negro y sendos tatuajes. Hoy quizás eso no sea llamativo, pues la Internet ha abierto las puertas a toda clase de expresión sexual, y el relativismo moral ha brindado la oportunidad a que cada cual interprete qué es obsceno y qué no.

Yo que tengo la oportunidad de trabajar con sobrevivientes de abuso sexual y veo toda clase de locuras que ocurren en la intimidad, y veo toda clase de abusos en niñas (os), jóvenes, adultas (os) y ancianas (os), tengo una serie de interrogantes que tal vez “El Ganster” pueda contestar en alguno de sus homenajes.

Casos que ocurren más de lo que todos pensamos y de los que no se habla por ser uno de los delitos más íntimos y que laceran profundamente a la persona. Niños (as) pequeños incurriendo en prácticas sexuales de adultos y juegos, como tocar las partes íntimas, introducir dedos, penes, sodomías etc. Jóvenes secuestradas y drogadas, las que pueden ser agredidas por múltiples ofensores como parte de la recreación de una fiesta o una cita para compartir. Todos nos horrorizamos ante el violador de Río Piedras, pero pocos nos enteramos de la magnitud de estos delitos, que en su mayoría ocurren por conocidos.

En el referido programa, un artista narraba cómo en una ocasión “El Ganster” le preguntó con total picardía, si era capaz de agarrar unas tetas y luego trajo una vaca al estudio para que la ordeñara. Esto, aplaudido por hombres que hoy día ya no son chamacos. La maravillosa jocosidad del doble sentido que ha ido infiltrando el permiso subliminal para que se pueda, desde burlar hasta ultrajar, la genitalidad humana.

También tengo la oportunidad de trabajar con niños y jóvenes que sin ningún pudor han visto películas pornográficas, con o sin la autorización de los supuestos adultos a su cargo. Muchos porque las encontraron y sin supervisión las vieron una y otra vez, y otros porque las ven con el consentimiento de sus padres que se hacen de la vista larga o no le ven problema al asunto. Jóvenes que no ven conflicto en tener múltiples contactos sexuales, con o sin protección, y que ni los embarazos o abortos o ETS los detienen de querer “meter mano” las veces que puedan y como sea. Las consecuencias ustedes me las pueden contar a mí…

Hoy no hay regla, hemos dejado que todo sea permitido y junto a “El Ganster”, nosotros que no lo detuvimos, hemos contribuído a esa formación para la sexualidad del S-21. Una expresión sexual, basada en el gusto por encima del bien, que no toma en cuenta la persona que es más que pene y vagina, que no responde a la expresión de amor que es compromiso. Una expresión sexual desvinculada de la vida, casual y oportunista. Una sociedad que no respeta la vida en todas sus formas, cuerpo-tierra, alma-agua, espíritu-aire, pareciese estar amenazada a desaparecer.

Mis disculpas si no me puedo unir al homenaje de “El Ganster”. Conozco todas las razones para que estos programas hayan salido al aire con la autorización de todos los sectores. Conozco las justificaciones y no me las tienen que repetir. Las he escuchado por años. Sólo espero que en algún momento nos hartemos de que nos estén vendiendo gato por liebre y empecemos a usar, contra el sistema, las estrategias que han utilizado para vendernos cosas e ideas falsas, sólo con el fin de que alguien se lucre. Y las utilicemos para provocar la nueva revolución o resurrección del alma de nuestro pueblo. Que todos aquellos que creemos que la persona es más que un cuerpo sigamos redescubriendo la verdad de lo que somos y la pregonemos a los cuatro vientos.

Lourdes Ortiz
31 dic 2008

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Bienvenido (a) este espacio de compartir aquello que me dice el amor luego de veinte años de convivir con el dolor y las luchas de mujeres y hombres en Puerto Rico y más allá de nuestras fronteras. Quienes con sus vidas me han ofrecido profundas lecciones sobre lo que es la vida y las razones para seguir apostando al amor como única respuesta...